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Esta pintura abstracta se compone de un paisaje posthumano, una vista surrealista de un mundo futuro. En el centro de la pintura se encuentran dos figuras humanas, ambas con máscaras antiguas. Estas máscaras tienen formas geométricas simples, como círculos, cuadrados y triángulos, con algunos detalles adicionales. Estas figuras humanas están rodeadas por un paisaje posthumano, con montañas y edificios de aspecto futurista. El cielo está cubierto con una neblina colorida, que crea una atmósfera misteriosa. El paisaje está lleno de elementos geométricos, como líneas rectas, curvas y círculos. El colorido de la pintura es muy vibrante, con una variedad de tonos brillantes. Esta pintura es una representación de la naturaleza posthumana, un mundo donde la tecnología y la naturaleza se unen para crear un futuro incierto.