2023-05-25-00-00-30
Esta fotografía blanco y negro captura un retrato de una mujer posthumana. Su rostro es una máscara de serenidad, con sus ojos cerrados y su cabello negro suavemente caído sobre sus hombros. Su piel es de un blanco pálido, como si el tiempo hubiera pasado por ella sin dejar huella. Sus labios son finos y sus mejillas son ligeramente rosadas. Sus manos están cruzadas sobre su pecho, como si estuviera en una profunda meditación. La fotografía transmite una sensación de calma y tranquilidad, como si esta mujer posthumana estuviera en un estado de reposo eterno. La luz de la fotografía es suave y difusa, como si el tiempo se hubiera detenido para ella. Esta fotografía es una oda a la vida y la muerte, un recordatorio de que la vida es efímera y que la muerte es inevitable.