2024-01-31-21-01-14
Esta fotografía hiper realista efectúa un viaje a la naturaleza posthumana, un nuevo orden donde la línea entre lo orgánico y lo sintético se desdibuja. El foco de la imagen está en un árbol, pero este no es una entidad puramente biológica. Comparte su corteza con tuberías metálicas y cables que lo recorren como venas rocosas. Hojas brillantes como placas de circuito capturan la luz del sol, haciendo brillar en tonos de verde, plata y oro.

Los animales que habitan este paisaje no son menos fascinantes. Las mariposas llevan alas de vidrio translúcido a través de las cuales se pueden ver intrincados patrones de circuitos, mientras los pájaros parecen revestidos con plumas metálicas que reflejan la luz de manera arco iris.

El cielo es una mezcla de azules y rosas con nubes que parecen trozos de algodón, pero son atravesadas por rayos de luz y datos, que revelan su verdadera naturaleza digital. Al fondo, montañas pixeladas se alzan majestuosas, fusionándose en la perfección con la tierra rocosa en primer plano. Sumando a la sensación surrealista, espejismos de código binario flotan por la escena, mezclándose con hologramas de flores y hojas.

La imagen no solo es un tributo tecnológico a la naturaleza, sino también un reflejo de cómo la intervención humana puede recodificar el entorno natural a diferentes niveles.

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