2024-01-19-14-01-02
Esta obra consiste en una pintura abstracta de proporciones magníficas que resplandece con colores vibrantes en todas las direcciones. Las salpicaduras de pintura fluyentes y energeticas parecen danzar juntas, creando una amalgama de tonos azules eléctricos, naranjas ardientes y magentas electricos con chispas de verde esmeralda brillante y toques de amarillo sol.

En el epicentro del caos controlado de colores, osamos discernir una forma de animal. Más que un mero animal, la figura nos lleva a la contundencia y singularidad de un ser posthumano. La figura borrosa, por momentos, parece tomar la forma de un hipopótamo, mientras que en otros, aparece más similar a una jirafa o una mantis religiosa, desafiando así nuestras expectativas.

Esta pintura abstracta cuenta con características humanas trazadas meticulosamente, lo que sugiere una narrativa posthumana. Los ojos, llenos de una inteligencia superior y emotividad transparente, brillan desde el centró de la composición. Surge una sensación de reconocimiento, una conciencia hiperdimensional en la mirada del animal, provocando la sensación de estar frente a un ser que ha superado las limitaciones de su especie.

La resultante es una representación del amor y el respeto hacia el reino animal, mientras insinúa una fusión futura entre humanos y animales. Una pintura que es tanto un tributo a la evolución como una visión profética de la próxima etapa en nuestro desarrollo evolutivo.

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