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Esta pintura abstracta sobre un retrato posthumano presenta una figura humana desgarrada, fragmentada y desestructurada. El fondo es una mezcla de tonos grises y azules, que contrastan con los colores brillantes y vibrantes de la figura. Los colores utilizados para la figura incluyen amarillos, rojos, naranjas, verdes y azules. La figura está compuesta por una serie de líneas, formas y figuras geométricas que se combinan para crear una imagen única. Estas formas geométricas incluyen triángulos, círculos, cuadrados y rectángulos. La figura se ve desestructurada y fragmentada, con partes de su cuerpo desapareciendo en el fondo. Esto da a la pintura una sensación de desorientación y desequilibrio. Esta pintura representa una visión de la humanidad posthumana, una que se ha fragmentado y desestructurado. Esta pintura abstracta sobre un retrato posthumano ofrece una visión inquietante y perturbadora de la humanidad, pero también ofrece una mirada única y profunda sobre la condición humana.
