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Esta pintura abstracta representa un paisaje posthumano, con personas con máscaras antiguas que se destacan entre un fondo de colores vibrantes. Las máscaras antiguas están hechas de materiales naturales, como madera, metal y cuero, y tienen una variedad de formas y patrones. Estas máscaras representan la humanidad antigua, la que se ha perdido con el paso del tiempo. Las personas con máscaras están conectadas entre sí por una energía invisible, uniendo sus almas a través de la energía que los rodea. El paisaje posthumano está compuesto por colores vibrantes, como el rojo, el naranja, el amarillo y el verde, que representan la energía y la vida que hay en el mundo. Estos colores también sugieren la posibilidad de un futuro mejor, uno en el que la humanidad pueda volver a conectarse con la naturaleza y los demás. La pintura abstracta muestra un mundo en el que la humanidad antigua y la moderna se encuentran, conectados por la energía de la vida.