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Esta pintura abstracta sobre un retrato posthumano se caracteriza por una combinación de colores vivos y tonos oscuros. El fondo está cubierto de tonos grises, azules y morados, con una suave textura. El retrato es una figura humana abstracta con una mezcla de formas y colores. La cara es una mezcla de colores rojos, naranjas y amarillos, con una línea de luz que la recorre desde la frente hasta la barbilla. Los ojos son grandes y de color verde, con una mirada penetrante. Los labios están abiertos, con una expresión de sorpresa. El cabello es una mezcla de tonos dorados y plateados, con algunos destellos de luz. El resto del cuerpo está cubierto de líneas y formas abstractas, con una mezcla de colores brillantes y oscuros. La pintura transmite una sensación de misterio y misticismo, con una atmósfera misteriosa y enigmática.

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